ANEXO AL DEBATE SOBRE EL EDIFICIO ANEXO A PALACIO
Publicado en Ideas de
Página Siete el 6 de agosto de 2017
https://www.paginasiete.bo/ideas/2017/8/6/anexo-debate-sobre-edificio-anexo-palacio-147097.html
Varios expresaron sus críticas acerca de la construcción del edifico
anexo al palacio de gobierno, eufemísticamente denominado Casa del Pueblo[1],
todas muy acertadas en especial sobre el impacto en su entorno de alto valor
histórico y patrimonial.
El lenguaje arquitectónico es lenguaje porque un edificio debe parecer
lo que es, decirnos de cuándo es, cómo se hizo, etc. Por ejemplo, una
instalación militar debe parecerla; una estación de teleférico es
inconfundible. Y más complejos: un edificio religioso debe parecerlo y decirnos
a qué confesión pertenece -no es igual una sinagoga a una mezquita-. Y aún más
complejos aquellos que se conciben para el poder, porque expresan cuál era el
pensamiento en el momento y cómo era la relación entre poder y población. De
ahí la importancia del análisis del lenguaje del objeto arquitectónico en su
entorno. Apoyados en dos ejemplos de La Paz, uno negativo, y dos
internacionales, veamos el desempeño del edificio anexo a palacio.
Una edificación de esta magnitud impacta directamente en su entorno más
allá de su inmediata vecindad y sus calles adyacentes, en este caso de calles
estrechas y sobre demandadas por vehículos y peatones. A tiro de piedra están
dos ejemplos de una buena y mala relación de un gran edificio público con su
entorno urbano: el Palacio de Comunicaciones en el Obelisco y el Banco Central
a una cuadra.
El Palacio de Comunicaciones, diseñado por Juan Carlos Calderón, se
ubica en una amplia esquina y nos muestra una generosa relación a favor de lo
público, al establecer el servicio de correos de acceso sin restricciones,
frente a una amplia acera. Sobre correos desarrolla una plaza elevada que
permite la transición entre lo público y lo privado, dejando como telón de
fondo al edificio con una relación de escala y percepción no agresiva desde el
espacio público. La transición entre espacios se prolonga al interior del
edificio, ya que gracias a su fachada vidriada separada de la estructura, todos
los pisos están visualmente relacionados y desde los amplios corredores de cada
piso tenemos la vista del interior del edificio y su también al entorno urbano.
Esta obra es quizás el mejor edificio público realizado en Bolivia en los
últimos 50 años.
El Banco Central, el ejemplo negativo enunciado, está a una cuadra del
edificio anexo a palacio, no tiene ninguna generosidad con el espacio público y
es un ejemplo de cánones anti urbanísticos. Diremos que se sitúa en la línea
del lenguaje trazado por el pensamiento mercantilista, buscando el máximo
aprovechamiento del predio para sí mismo y una ausencia de espacios de
transición entre lo privado -de acceso restringido- y lo público. El resultado
es un edificio agresivo con su entorno, que podía concebirlo cualquier
institución de especulación inmobiliaria.
La Defense de París es un área impulsada por Miterrand para el segundo
centenario de la revolución francesa, desarrollada en las afueras de París. Un
edificio-escultura es el símbolo del lugar y del motivo conmemorativo: Le Grand
Arch, del arq. danes Otto von Spreckelsen, destinado a las instituciones que
trabajan en la defensa de los derechos humanos. Dos columnas-edificios, se
elevan más de ochenta metros de altura y son unidos en su coronamiento por una
estructura elevada del tamaño de una cancha de fútbol dedicada a exposiciones y
eventos sobre derechos humanos. Esta cubre una gran plaza pública que rodea el
edificio-escultura. La Defense es un barrio dedicado a la gestión, es peatonal
y por el subsuelo circulan vehículos, trenes y metros. En su integridad expresa
el compromiso del Estado con los derechos de sus ciudadanos y que ellos son la
base y esencia del poder. A los socialistas franceses no se les ocurrió ocupar
ningún espacio del antiguo París para este proyecto.
Caído el muro hace 28 años, Berlín se enfrentó al desafío de reunificar
la ciudad y ser nuevamente la capital de Alemania y deciden intervenir en su
centro histórico. Entre los innumerables proyectos realizados, está el del
parlamento, Bundestag, que simboliza al Berlín reunificado, así como al sistema
parlamentario, el poder alemán. Norman Foster, arquitecto inglés, consigue
remodelar el antiguo edificio, dotándole de una inmensa cúpula de vidrio que
cubre la sala de sesiones del parlamento y que es de libre accesibilidad al
público, para que cualquiera pueda ver desde lo alto a los parlamentarios
-detalle importante- y escuchar sus debates o los informes del ejecutivo. Está
rodeado de amplios parques públicos y se comunica por el subsuelo con el
conjunto de edificios administrativos de los parlamentarios, integrando arqueología
y arquitectura. Un lenguaje que expresa transparencia, libre accesibilidad del
ciudadano al poder y generosa relación con el entorno urbano.
De los ejemplos vistos, todos se realizaron con los mejores recursos
tecnológicos de sus épocas, tanto en lo constructivo, como en instalaciones y
equipamiento; el caso alemán incorpora tecnologías de sostenibilidad y cuidado
del ambiente, que los otros no cuentan, porque son unos 20 años mas antiguos.
En el Banco Central, su sistema estructural aún no ha sido superado en Bolivia.
Estos ejemplos, dirán, son políticamente incorrectos. Entonces bastaba
darse una vueltita por Tiwanacu y ver la generosa, equilibrada y armoniosa
relación lograda en esa época entre espacios construidos y abiertos, entre
espacios públicos y privados.
¿A cuál de los ejemplos citados se asemeja el edificio anexo a palacio?
Algunas de las críticas citadas, analizaron impactos negativos, como de la
proyección de sombras al entorno, del quiebre de equilibrio de volúmenes y
otros aspectos técnico urbanos. En el lenguaje arquitectónico o de relación con
su entrono urbano, diría que el edificio anexo a palacio, es similar al Banco
Central, el ejemplo negativo analizado porque su relación con el entorno urbano
no tiene ninguna generosidad y en su lenguaje arquitectónico parece una obra
especulativa inmobiliaria. Es previsible que, desde el mismo día de su
inauguración, la velocidad del tráfico vehicular de las calles Potosí,
Ayacucho, Mercado y Colón, será menor a los actuales 5 Km/h, y que por las
angostas aceras los peatones caminarán en filas interminables. Para saber si
tiene concordancia con el discurso de defensa de la madre tierra, habrá que ver
si puede obtener algún certificado independiente e internacional de edificio
sostenible o verde.
La arquitectura de buena factura es como los buenos libros. Los
desacuerdos con el escritor o poeta no autorizan quemar sus libros, como no
autorizan demoler edificios.
[1]Francisco Bedregal, Rolando Aparicio, Juan Carlos
Calderón, Adler Guayasamin, Carlos Mesa, Agustín Echalar, entre las
publicaciones más destacados.
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